Un tocadiscos es un sistema de reproducción del sonido del tipo electromecánico analógico, sucesor del gramófono, que utiliza el mismo tipo de tecnología, sustituyendo el cilindro de fonógrafo por un disco. El tocadiscos también se conoce como pletina giradiscos, tornamesa, fonochasis, plato o pick-up, aunque ninguna de estas cuatro últimas denominaciones tiene demasiada aceptación, excepto en los ámbitos profesionales. La aplicación de la electricidad al gramófono permitió obtener una serie de ventajas, como una velocidad de giro uniforme gracias al motor eléctrico (lo que redundaba en una mayor calidad en el sonido), menos desgaste tanto en el disco como en la aguja y el control del volumen del sonido. Además, su popularización coincidió con la aparición de los formatos de discos microsurcos, el LP a 33⅓ rpm y el sencillo a 45 rpm, lo que dio lugar a que se generalizara el uso de estas dos velocidades de reproducción.
Este dispositivo se convirtió en el sistema reproductor de sonido que se mantendría por más tiempo, perdurando hasta el siglo XXI. Hacia 1950 aparecieron los llamados "combinados", generalmente tocadiscos con radio.[1] En 1958 se empezaron a publicar los primeros discos en estéreo.[2]